Cada vez que asistimos a un Mini BTT vamos con toda la ilusión del mundo. Ilusión en que nuestros niños y niñas hagan un buen papel, pero también ilusión en que la prueba salga a la perfección, que todo vaya sobre ruedas y que el día sea una autentica fiesta de la bicicleta. Por eso, cuando las cosas no salen como deberían te vuelves para casa un poco decepcionado. Eso fue lo que paso el otro día en Cambre. Parecía que nos habíamos levantado con el pie izquierdo. Fallos en los circuitos, un poco de desorden en el podium, líos en las parrillas de salida, jaleo con los jueces, en fin, una carrera para olvidar. Seguro que para el próximo año pulirán todos los pequeños fallos para que todos le demos un "Me gusta".
Sin duda lo mejor la ilusión y la entrega de los niños y niñas
Como no, el video del Mini BTT de Cambre, hoy un poco distinto a lo habitual:
La competición también crea fuertes lazos de amistad, todos los que hemos competido en algún deporte lo sabemos, bonita imagen: